Fecha de publicación: Noviembre de 2025
El envejecimiento poblacional en el mundo hispanohablante es una realidad sostenida. La demanda de soluciones de cuidado especializado (residencias de mayores, centros de día y servicios domiciliarios) crece año a año. Comprender la ocupación actual y las proyecciones ayuda a orientar decisiones de inversión pública y privada, y a planificar recursos humanos y materiales de forma responsable.
I. Panorama demográfico: dónde estamos hoy
La proporción de personas mayores que residen en centros especializados varía entre países por factores económicos, culturales y por la fortaleza de la red de cuidado informal (familia). A grandes rasgos:
1) España: alta institucionalización relativa en la región
- Situación actual (referencias 2023/2024): estimaciones habituales sitúan entre el 4% y el 5% de las personas ≥65 años residiendo en centros, con porcentajes más altos a partir de los 80 años.
- Capacidad y ocupación: ratio media aproximada de 4,2–4,5 plazas por cada 100 mayores de 65; objetivo recurrente de aproximarse a 5 plazas; ocupación media >90% en gran parte del territorio.
- Fuente orientativa: IMSERSO (Observatorio, plazas y servicios).
2) América Latina: institucionalización baja, demanda en ascenso
- México: <1% de institucionalización estimada; crecimiento de soluciones formales y centros de día.
- Chile: ~1,5–2%; expansión de la oferta privada y semi-residencial.
- Colombia y Perú: <1% estimado; foco en cuidado domiciliario, con previsión de aumento gradual de plazas formales.
- Fuente orientativa: CEPAL (envejecimiento y protección social en la región).
Nota: las cifras son aproximadas y varían por metodología y año. Para planificación o decisiones de negocio conviene contrastar con fuentes oficiales actualizadas (IMSERSO, INE, ministerios nacionales; CEPAL/OPS/OMS).
II. Proyección de la demanda: la ola demográfica
1) El factor demográfico (Baby Boomers → 80+)
La generación del Baby Boom (1946–1964) alcanzará edades avanzadas durante la década de 2030. Las proyecciones de la ONU indican que la población ≥60 años se duplicará hacia 2050 a escala global, lo que ejercerá presión sobre la capacidad actual de plazas y servicios de larga duración.
- Impacto esperado en España: persistencia de ocupaciones elevadas (≥95% en muchas áreas) y brecha oferta–demanda en determinadas provincias si no se incrementa la dotación de plazas y servicios intermedios (centros de día, respiro, apoyo domiciliario).
2) El factor sociológico (menos cuidadores informales)
Menos hijos por hogar, mayor participación laboral femenina y familias más dispersas reducen la capacidad de cuidado informal. El resultado previsible es más demanda de servicios formales: residencias, centros de día, rehabilitación social y apoyo domiciliario especializado.
III. Implicaciones: el cuidado como infraestructura social
Hablar de residencias ya no es solo hablar de una “opción”, sino de infraestructura social esencial que debe convivir con redes de atención domiciliaria y servicios de día.
Para los operadores, tres claves estratégicas:
- Eficiencia operativa: mejorar procesos y logística para sostener ocupaciones altas con calidad y calidez.
- Bienestar cotidiano: reforzar rutinas y entornos que faciliten autonomía, confort y dignidad.
- Colaboración público–privada: complementariedad entre sistemas de protección social, residencias y proveedores de apoyo.
IV. Dónde encaja MIMORIA
En MIMORIA nos situamos como proveedor de ayudas técnicas de apoyo y confort (no clínicas) que facilitan la operación diaria en residencias y el cuidado en casa:
- Autonomía y confort: medias coadyuvantes con cremallera y protector de segunda piel, pensadas para facilitar la colocación y la continuidad de uso.
- Cuidado amable de la piel: mangas y protectores para reducir roces en piel frágil en las actividades diarias.
- Dignidad en la alimentación: baberos de silicona reutilizables para una experiencia más limpia y tranquila.
- Bienestar y calma: material sensorial que ayuda a mantener manos ocupadas y ambiente sereno.
Nuestro enfoque es simple: hacer más fácil el día a día de equipos y familias, dignificando lo cotidiano y aportando soluciones prácticas que se integran sin fricción en la rutina del centro.


